El plasma rico en plaquetas o PRP+ superior es uno de los tratamientos más avanzados que hay en rejuvenecimiento facial. Es ideal para aquellos casos en los que se desea mejorar el aspecto de la piel, aumentar su firmeza y luminosidad. Tiene un efecto rejuvenecedor y estimulante celular muy intenso. Se trata de una última técnica incorporada sin riesgos, que permite estimular los fibroblastos y la producción de elastina para suavizar las arrugas.
Las plaquetas liberan los factores de crecimiento que se encargan, fundamentalmente, de estimular la regeneración celular, aumentar la formación de nuevos vasos sanguíneos y producir nuevo tejido. Es decir, activan el organismo en la zona donde se liberan ayudando a reconstruir el tejido dañado, efecto reparador que se aprovecha para rejuvenecer la piel.
Es un tratamiento natural y fisiológico que utiliza las propias proteínas de nuestro organismo. Seleccionadas y concentradas, se usan para reparar el daño producido por el paso del tiempo o por las lesiones solares. Al tratarse de un producto obtenido del propio paciente no tenemos riesgos de alergias ni de intolerancias al mismo.
Es un tratamiento ambulatorio que se realiza en la consulta. Tras la limpieza y preparación de la zona a tratar se aplica una crema anestésica. Se realiza una extracción de sangre del propio paciente de la cual se obtendrá el PRP tras someterla a una centrífuga y activarla. Una vez preparada se aplicará a través de multipunciones con una aguja muy fina, en forma de mesoterapia.
El número de sesiones dependerá del estado de la piel de cada paciente. Habitualmente la propuesta es de 3 sesiones espaciadas cada 3 semanas. A parir del año deberá realizarse un mantenimiento que consistirá en una sesión cada 6 o 12 meses. Los factores de crecimiento tienen que actuar estimulando el tejido, por tanto no hay un resultado instantáneo. Los efectos aparecen con el paso de los días y aumentan a medida que éstos transcurren. El efecto es máximo a los 20/30 días tras el tratamiento.